sábado, 3 de noviembre de 2018

Doctor Quim Valls

"Hay varias razones por las que una persona llega a dedicarse a la psicología. A algunas les atrae la elegancia de un sistema simple, a otras los hábitos de una determinada especie animal, y a otras más la temible posibilidad de controlar lo que van a hacer los demás. Yo hice de la psicología mi profesión con el propósito de entender mejor a una especie: el hombre". Martin Seligman En el momento de redactar este post tengo sobre el escritorio dos libros excepcionales de más de 500 páginas, cuyos autores han jugado sin duda un papel indispensable en mi tesis doctoral, centrada por un lado en la reeducación del inconsciente y por el otro en mejorar las fortalezas personales de los individuos, y a quienes considero los padres espíritu-intelectuales de la Programación Neuro-Caligráfica que he ideado. En primer lugar (por estricto orden de edición), Martin Seligman, del que ya hablé en el post del fin de semana pasado: El circuito de la esperanza (Edicones B, octubre, 2018). Al que dedicaré dos artículos. Por el otro, José Antonio Marina, que junto al histroriador, Javier Rimbaud, acaba de publicar una obra que promete ser una gozada: Biografía de la humanidad: Historia de la evolución de las culturas (Ariel, octubre , 2018). Del miedo a la esperanza "El modo por defecto de la lengua es moverse por la boca hasta que encuentra una caries y entonces se preocupa por el diente defectuoso. La lengua no busca el diente perfecto y entonces saborea su perfección. La lengua no está ahí para celebrar lo que está bien sino para detectar el mal y oculto". Martin Seligman Mis fieles lector@s recordaréis que hace unas semanas propuse una encuesta para que eligierais el título (y la temática) del libro que espero y deseo escribir el próximo verano y publicar en 2021. En concreto solicité que se escogiera entre Valiente Mente: cómo vivir sin miedos y Feliz Mente: los cinco secretos de la felicidad. Y por inmensa mayoría me sugeristeis que me centrara en el primero. "El modo por defecto de nuestra mente -reflexiona Martin Seligman en la obra citada, y en este sentido- es ir dándole vueltas a la vida hasta que descubre un problema que puede convertirse en algo más grave. Entonces se concentra en él y planea cómo evitarlo. La mente no evoluciona para celebrar la vida." Es decir, estamos diseñados para sobrevivir, y ni siquiera nos planteamos supervivir. Lo negativo se nos antoja más significativo que lo positivo. Los peligros, las pérdidas y las ofensas se tramitan por vía de urgencia en nuestro cerebro y nos reclaman toda la atención. "Una idea estimulante -advierte Seligman-, una velada romántica, o una gran interpretación de la sinfonía Resurrección de Mahler no tienen la estridencia de una alarma contraincendios." Si bien el miedo (como la ira o la tristeza) presenta una ventaja evolutiva, que nos permitió subsistir en la selva, el precio que pagamos hoy, cuando ya no vivimos en un hábitat tan hostil, es elevadísimo. "Si nuestro mundo ya no está en la edad de hielo, -continua el padre de la psicología positiva-, nuestra mentalidad heredada sobre el mal tiempo destroza más vidas de las que salva". La PNC en el ámbito de la empresa "El miedo nos moviliza para evitar una amenaza; la motivación nos mueve a conseguir un fin". Pilar Jericó En un pasaje muy interesante de El circuito de la esperanza, el Dr. Seligman cuenta una llamada de teléfono que recibió poco después de publicar su best seller Aprenda optimismo (1990),: -Contratamos a cinco mil vendedores nuevos al año, Marty, y nos cuesta quinientos dólares formar a cada uno de ellos. La mitad lo deja en el primer año y, en un plazo de tres años, el 80% lo ha dejado. Casi nadie es capaz de aguantar tanto rechazo (...) Mencionaste que habías ideado un test que mide el pesimismo. No sé si podría sernos de ayuda en nuestro proceso de selección. Peter Schulman y el propio Martin Seligman se pusieron manos a la obra y descubrieron que quienes más vendían eran los vendedores optimistas. Met Life financió un estudio longitudinal con tres grupos para comparar los resultados de su método de selección (que tan desalentadores efectos tenía), con el test sobre pesimismo ideado por los psicólogos indicados, y a continuación contrató a 140 optimistas extremos que habían suspendido su Perfil Profesional y que no gozaban de la aprobación de los gerentes. Se realizó un seguimiento de sus ventas a lo largo de tres años y se mostró sin lugar a dudas que los optimistas vendían mucho más que los pesimistas, y que además no abandonaban su puesto de trabajo. Met Life adquirió el test de Schulman y Seligman, se redujo la rotación de su plantilla. Disminuyó su presupuesto de formación. Y aumentaron las ventas. De los test sobre pesimismo a la Programación Neuro-Caligráfica "He utilizado cuestionarios toda la vida, pero con recelo. Los cuestionarios son inútiles para llegar a lo que yo realmente quiero saber. Quiero saber, por ejemplo, cuán significativa es la vida de las personas". Martin Seligman Ayer viernes día 2 de noviembre quien suscribe estas líneas participó en la grabación de un programa de televisión sobre "creencias limitantes" que se emitirá en febrero de 2019. En un momento dado, el entrevistador, el excepcional periodista @Gaspar Hernández, se interesó por qué un profesor universitario de matemáticas como yo, se inclinó por la grafología. Le respondí que en mi intento de idear un método de mejora de la Inteligencia Emocional de las personas necesitaba una herramienta de medida. Como Seligman, no tenía gran confianza en los test. En cambio la letra no miente, es más fiable y sobre todo es rápida: el optimismo se observa en un solo vistazo de un texto escrito en un folio en blanco y firmado. En concreto los cuestionarios adolecen , según Seligman, de los siguientes inconvenientes: Se puede mentir Se puede detectar qué hipótesis intento defender (por ejemplo, las personas deprimidas tienen poco sentido en su vida, sobre todo si la pregunta sobre el sentido sigue a un inventario de depresión), y luego se puede uno desviar del camino y confirmarlo o dejarlo de confirmar. Se puede "gestionar la reputación". Se puede no responder y abandonar, lo cual ocurre muy a menudo. Se puede no comprender lo que significa "tener sentido en la vida". El cuestionario pone palabras en boca del encuestado en vez de utilizar las palabras que él o ella emplearía de forma espontánea. Todos estos inconvenientes un análisis grafológico los soslaya sin dificultad. Pero la Programación Neuro-Caligráfica aporta un grado más: la reeducación de los empleados para mejorarles significativamente la Inteligencia Emocional, aumentar las ventas de la empresa, el nivel de innovación y de creatividad y, sobre todo, disminuir los enormes costes acarreados por la rotación y por las bajas laborales debidas al estrés, la ansiedad y la depresión, en un entrenamiento de solo quince minutos al día, lo que supone una inversión asequible a todos los presupuestos.

Gaga de Elías Piña