sábado, 16 de noviembre de 2019

ANSIEDAD MATEMÁTICA: ¿QUÉ ES Y CÓMO SE SUPERA?

MATEMÁTICAS Y NEUROCIENCIA

ANSIEDAD MATEMÁTICA: ¿QUÉ ES Y CÓMO SE SUPERA?

«Tu cerebro sirve para las matemáticas, y llevas toda la vida practicando«.

Daniel Gómez Domínguez

El neurocientífico Daniel Gómez Domínguez, bioquímico y biofísico de formación, ha escrito un interesantísmo libro, Matemáticas y neurociencia: las claves de nuestra capacidad para operar con los números (EMSE-EDAPP, 2018), cuya lectura es tan recomendable para las personas a las que les gustan, y/o se les dan bien, las matemáticas como, y sobre todo, para aquellos que se consideran de letras.

No en balde, el libro se inicia de la siguiente manera: «Es que se me dan mal las matemáticas.» «Probablemente -confiesa el autor- esta sea la frase más escuchada, incluyendo sus múltiples variantes: ‘yo es que soy de letras’, ‘los números nunca se me han dado bien’ y, mi favorita , y en torno a la cual gira este libro-añade- ‘necesitas tener una cabeza especial para saber de matemáticas.»

Y, si se me permite el espóiler, el libro finaliza con la esperanzadora, y para nada descabellada, afirmación que abre este post.

Qué es la ansiedad matemática

«No te preocupes por tus dificultades en matemáticas. Te puedo asegurar que las mías son aún mayores«.

Albert Einstein.

Como docente muy veterano (1978-?) de esta temida asignatura, siempre a nivel universitario en el ámbito de la economía y la empresa, he escuchado frases iguales o similares a las anteriores miles de veces (sin exagerar: hasta la fecha he enseñado matemáticas a más de 47.000 estudiantes, mayoritariamente procedentes del bachillerato social e incluso de niveles numéricos inferiores), y desde hace un par de cursos, después de estudiar neuropsicología y neuroeducación, acaricio el proyecto de investigar la ansiedad que sienten much@s de mis alumn@s ante la materia que imparto.

Después de leer la excelente obra de Daniel Gómez, ya no me queda ninguna duda de que el próximo curso voy a llevar a cabo la citada investigación. «La ansiedad matemática -defiende este neurocientífico- se caracteriza por sufrir un gran estrés ante la resolución de problemas matemáticos y de cálculo mental hasta tal punto que los pacientes suelen adoptar una conducta evitativa, tratando de huir de ellos.»

Sostengo que se trata de un problema de autoestima, puesto que en algún momento de nuestra evolución se identificó ser bueno con los números con ser inteligente, como si, por ejemplo, Picasso para inventar el cubismo,  o no se tuviera que sacar un gran partido del cerebro humano.

Y deviene muy interesante la siguiente información que aparece hacia el final de Matemáticas y neurociencia, que (lo confieso) ignoraba: «No se observa ningún caso de ansiedad matemática hasta los once años, por lo que es una enfermedad que se manifiesta más en el instituto que en el colegio. El pico máximo de casos suele ocurrir entre los once y los dieciséis años, en plena adolescencia, y además es bastante común, llegando en algunos estudios a detectarse un 60% de casos dentro de este rango de edad.»

Me pregunto hasta qué punto somos los docentes responsables de esta, me atrevo a calificar, pandemia. Y, en todo caso, hay que correlacionarla, con la escasez endémica de personas que estudian ingeniería.

Enseñar matemáticas y no morir en el intento

«Es posible vivir sin formación matemática, pero en el mundo que nos movemos, saber matemáticas es fundamental«.

Daniel Gómez Domínguez

Suelo comentar con mis colegas universitarios que en mis primeras clases de cada curso más que enseñar matemáticas me dedico a hacer terapia, para que l@s alumn@s superen sus miedos y disuelvan sus creencias limitantes con respecto a sus capacidades mentales.

Como he contado en algún otro post, por ejemplo, desde hace cierto tiempo, el primer día de clase conmino a mis estudiantes a que manden un mensaje de móvil a sus familias diciéndoles  cómo se sienten dentro del aula, mientras yo simulo enviar un whatsApp a mi esposa. A medio hacer, les pido que comparen cómo escriben a toda velocidad con sus pulgares, con mi rudimentaria manera de teclear con el dedo índice. «Vuestro teléfono y el mío -les hago constatar- son muy parecidos, al igual que nuestros cerebros, la diferencia estriba en cómo los usamos. En el ámbito de las matemáticas, es el profesor el que es capaz de hacerlo deprisa y bien, pero la diferencia no está en la inteligencia, muy similar entre unos y otros, sino en la práctica.»

«Practicar, practicar, practicar», aconseja Daniel Gómez en uno de los últimos epígrafes de su libro. No puedo estar más de acuerdo con él.

En mi libro Genial mente cuento como entre los 17 y 18 años, quien suscribe estas línea tuvo que resolver 5.000 problemas para aprender matemáticas, y que para enseñarle esta materia a mi hija (aquejada de TDAH, lo que le acarreaba grandes dificultades de aprendizaje), cuando ella contaba 16 años, en un verano practicamos con ¡2.000 ejercicios!

Resultat d'imatges de genial mente quim valls

¿Cuál es mi estrategia para enseñar matemáticas a quién cree que no sirve?

En primer lugar, como ya he indicado, quitarle miedo y complejos. Les hago saber, que en 41 años de dilatada carrera profesional nunca me he encontrado a nadie que no pudiera aprender, y que acabara aprendiendo, matemáticas.

En segundo lugar, empiezo de cero, impartiendo materia del curso, pero no dando ningún conocimiento (ni siquiera los más elementales) por sabido.

Empleo algoritmos para mecanizar los ejercicios, y les sugiero que los repitan hasta la saciedad, haciéndolos una y otra vez. «Aprender de memoria no es tan malo», afirma en otro epígrafe Daniel Gómez, y añade: «Memorizar todas las combinaciones puede ser una solución en la fuerza bruta y poco refinada, pero en este caso merece la pena.» Pues bien, este autor aconseja dos estrategias para aumentar la memoria.

La primera es dotar de carga emocional los aprendizajes (no se debe olvidar que recordar etimológicamente proviene de corazón). En este sentido, mis estudiantes agradecen trucos nemotécnicos  del tipo «Cristiano Ronaldo», «Peter Pan» o «Van Gaal». Como es sabido en inglés, una manera de describir el aprendizaje de memoria consiste en decir learn by heart.

«La segunda estrategia es la repetición. Repetir un recuerdo una y otra vez -aclara Gómez Domínguez- favorece que las neuronas se conecten con más fuerza y el recuerdo pueda pasar a formar parte de la memoria a largo plazo (…) La estrategia de la repetición sigue siendo (por ahora) la más usada para aprender la tabla de multiplicar.»

Repetir es una estrategia erróneamente despreciada en la enseñanza actual. Lo analizo largo y tendido en Genial mente. Sólo diré que después de 107.000 horas de clase he descubierto algo insólito y casi paradógico: cuanto más repiten los ejercicios de matemáticas mis alumn@s, mejor los comprenden y más ideas felices se les ocurren, en un fenómeno que me recuerda mucho cómo aprendemos a conducir. Primero conducimos de manera torpe, porque empleamos la corteza cerebral, de manera que si el copiloto nos habla -por ejemplo, papá o mamá, el primer día que cogemos el coche después de sacarnos el carné- lo más normal es que el coche se nos cale. Solo después de practicar durante un año, podemos guiar el automóvil inconscientemente, empleando los ganglios basales situados en el centro de nuestro cerebro, es decir, hasta haber interiorizadola conducción, y haber liberado el neocórtex para pensar (y entender) conscientemente.

Por último, por una extraña intuición que tuve hace más de 20 años, pinto los números con colores diferentes ¡Es milagroso! me permite hacer más del doble de problemas.

Sabía que funcionaba sin saber por qué, hasta que Daniel Gómez Domínguez me lo ha justificado en un epígrafe titulado «Los colores de los números». ya que se ha podido comprobar que los sinestésicos en cuya mente cada cifra aparece coloreada tienen una especial ventaja competitiva en matemáticas en relación al resto de mortales. Suplo esa carencia de la gente normal pintándolos en clase.

Termino este post haciendo un llamamiento a tod@s l@s que nos dedicamos a la enseñanza de asignaturas numéricas para que nos esforcemos no tanto en enseñarlas bien, como en conseguir que nuestr@s alumn@s las aprendan bien (que no es necesariamente lo mismo), pues como nos recuerda el autor de Matemáticas y neurociencia«Se ha comprobado con estudios a largo plazo que la gente con poca habilidad matemática o con un aprendizaje numérico deficiente tiene una mayor probabilidad de padecer problemas económicos y sociales.»

L@s profesor@s de asignaturas numéricas no somos médic@s pero influimos poderosamente en la vida de las personas.

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sábado, 2 de noviembre de 2019

La pantomima del paludismo

En la segunda decada del siglo xx, en nuestro país la República Dominicana llego una terrible enfermedad que afecto a una gran parte de la población ésta enfermedad, es el paludismo, los síntomas eran una gran fiebre y temblores en el cuerpo. Nuestro campesinos realizaron una pantomima a ésta enfermedad, en comunidad de San José de conuco,en Salcedo, se realiza dicha actividades donde un joven lo suben en una silla y va realizando los gestos de a ritmo de la canción, subiendo y bajando varías veces. La manifestación fue recogida por el investigador folklórico José Castillo Méndez En los juegos campesinos de 1978, Y fue montada al ballet folklórico de la uasd Hoy llamado José Castillo uasd.
Redactor.
Mtro.León Campusano.

Investigador Empírico.

Tradiciones orales de Jaina

Una de las leyenda Rurales mas famosa en siglo xx en nuestro País era observar la Luna con un vaso lleno Agua y que en el fondo tenia dibujada una media Luna. Se decía que una mujer y un niño con burrito Salieron a recoger leña y fueron llevado a luna, por eso cada luna llena podrían ser visto por los habitante de la tierra. Esa tradición fue desapareciendo en los campos a medida que aparecía el invento de Edison(la energía Eléctrica) y televisor que elimino  las grandes tertulias de las familias Dominicanas. Rescatemos nuestras tradiciones orales para poder ser una mejor nación.
Historia oral del pueblo Dominicano. 
Campusano A, León.
Investigador empírico. 

JOAQUIM VALLSLOS 4 JINETES DEL APOCALIPSIS

ANSIEDAD Y DEPRESIÓN

LOS 4 JINETES DEL APOCALIPSIS

«Hay que ser conscientes de que lo que nos provoca malestar o ansiedad no son los eventos, sino como vinculamos las emociones a éstos».

Jonathan García-Allen

Denomino «Los 4 jinetes del apocalipsis» al distrés, la ansiedad, el miedo y la depresión, y se trata sin duda de sendos peligrosos enemigos de nuestra felicidad. De alguna manera les he dedicado mi último manuscrito (el bi-libro Valiente mente/Feliz mente) tanto en mi condición de neuropsicólogo como de economista y emprendedor, puesto que a parte del incuestionable coste personal que suponen, sin duda también representan un enorme coste laboral para las empresas.

En este sentido, Antonio Cano, Doctor en Psicología y Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), aseguraba recientemente que  “la ansiedad y el estrés suponen 23.000 millones de euros anuales, la mitad por pérdidas de producción”. También afirmaba que la depresión “se ha convertido en la primera enfermedad individual que produce más años de discapacidad, y sigue creciendo. El coste de la depresión aumenta un 5% cada año”, y advierte que, si no se hace nada, “se producirá un colapso en 2030”.

Los trastornos más comunes derivados del estrés crónico

«La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza del hoy».

Corrie Ten Boom

Segundo libro que leo este año del Dr. Gustavo E. Tafet (psiquiatra, doctor en medicina y doctor en psicología), y de nuevo se trata de una obra muy interesante y altamente recomendable: Ansiedad y depresión: los trastornos más comunes derivados del estrés crónico (EMSE_EDAPP, 2018).

La ansiedad es un sentimiento desagradable que produce inquietud, causado por alguna circunstancia o persona amenazante y una sensación de falta de control. Suele somatizarse en forma de molestias  en el aparato digestivo, en el respiratorio y/o en el cardiovascular. También puede observarse en la letra en forma de las famosas «chimeneas blancas», que he mostrado en mi último libro Manual mente (Libros Cúpula -Grupo Planeta-, 2019):

Resultat d'imatges de manual mente quim valls

La ansiedad deriva en miedo, si la causa de la amenaza pasa de ser latente a ser patente, o degenera hacia la angustia, si la amenaza permanece por largo tiempo indefinida.

Por su parte el distrés es la respuesta fisiológica y afectiva ante situaciones que exigen un esfuerzo que sobrepasa los recursos mentales o físicos del sujeto.

Todas ellas son emociones sin duda evolutivas. Y por lo tanto necesarias para la supervivencia de nuestra especie.

Frente a una psicología buenista que desdeña las emociones llamadas negativas y les atribuye todos los males que nos afectan, debemos oponer teorías más objetivas que nos advierten que tanto esas emociones como las positivas nos ayudan a la hora de tomar decisiones acertadas, a concebir proyectos relevantes y a guiar nuestra vida por los derroteros del crecimiento personal.

En un artículo publicado dentro de la revista Pediatría Integral en marzo de 2012, José Antonio Marina puntualizaba que: “Las emociones se han mantenido a lo largo de la evolución porque colaboran a la supervivencia, al mantenimiento de la homeostasis básica. Evalúan los estímulos, jerarquizan metas, movilizan energías y orientan el comportamiento”.

Sin embargo, en el mismo artículo citado, José Antonio Marina, advertía junto a continuación de las palabras reproducidas más arriba, que “Las emociones pueden perder su utilidad y resultar nocivas por su intensidad, su frecuencia, o por el tipo de desencadenantes que las movilizan. Por esta razón son un tema educativo o terapéutico.”

El estrés crónico en el ámbito laboral

«Nadie que se haya visto atormentado por prolongados accesos de ansiedad duda de su poder para paralizar la acción, estimular la huida, aniquilar el placer y dotar al pensamiento de un sesgo catastrófico. Nadie puede negar lo terriblemente dolorosa que puede ser la ansiedad. La experiencia de una ansiedad crónica e intensa es, por encima de todo, una profunda y desconcertante confrontación con el dolor».

Barry E. Wolfe

«En el entorno laboral podemos identificar diversos estresores -afirma el Dr. Gustavo E. Tafet en Ansiedad y depresión-, más o menos predecibles y controlables (…) Sin emabrgo, existen numerosos entornos donde el estrés muestra su cariz más negativo, en el que nos sentimos permanentemente agobiados por situaciones tóxicas que suelen ser el resultado de la suma de diversos factores: mala comunicación entre los trabajadores, carencia de verdadero sentimiento de trabajo en equipo, caos respecto a las tareas que se desempeñan y las reglas establecidas, etcétera.»

Ahora bien, el propio Dr. Tafet advierte que «La situación de estrés variará en función de como utilicemos nuestros propios recursos, sociales y personales.»

Y es en este último aspecto, el de los recursos personales, donde la Programación Neuro-Caligráfica, como mostré en mi tesis doctoral, deviene una formación muy interesante de l@s emplead@s, en primer lugar por su sencillez de aplicación (15 minutos diarios de ejercicios neurocaligráficos), en segundo lugar (derivado del primero) por la excelente relación coste-beneficio, y en tercer lugar porque,  actúa de modo preventivo sobre las fortalezas de carácter (autoestima, optimismo, gestión emocional, etc.).

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Gaga de Elías Piña