domingo, 27 de octubre de 2019

DIOSES Y SABIOS

CYBORGS

DIOSES Y SABIOS

«La cooperación social es nuestra clave para la supervivencia y la reproducción».

Yuval Noah Harari

Desde tiempos inmemoriales el ser humano aspira a la inmortalidad y a la sabiduría. La medicina y la filosofía son dos monumentales creaciones humanas encaminadas a luchar contra el dolor, la enfermedad y la muerte, por un lado, y el Conocimiento en mayúscula por el otro.

En su día ya dediqué un post a hablar de la obra del brillante profesor de historia Yuval Noah Harari, autor de tres excelentes libros:  Sapiens (con más de un millón de ejemplares en 30 idiomas),  Homo Deus,  y 21 lecciones para la el Siglo XXI. Dos son las preguntas que subyacen en toda su obra. ¿Qué es un humano? ¿Qué es la religión?

Como vimos en el post anterior ( http://www.drjoaquimvalls.com/blog/el-misterio-de-la-inconsciencia/ ), los seres humanos hemos desarrollado un lenguaje complejo para  cohesionar colectivos y facilitar la cooperación como herramienta indispensable de supervivencia. Sin embargo, según Noah Harari nuestro lenguaje también sirve para crear ficciones, cosas que no están en los objetos ni de las emociones, como el dinero, los mitos, los dioses…

Yo soy yo y mis posibilidades

«Contar relatos efectivos no es fácil. La dificultad no estriba en contarlos, sino en convencer a todos y cada uno para que se los crean. Gran parte de la historia gira alrededor de esta cuestión: ¿Cómo convence uno a millones de personas para que crean determinadas historias sobre dioses, naciones, o compañías de responsabilidad limitada?«.

Yuval Noah Harari

El citado libro Sapiens, tenía un subtítulo muy revelador: de animales a dioses, que resume en un plumazo la «voluntad de ser» y la «voluntad de poder» de dos grandes filósofos, respectivamente Baruch Spinoza  (1632-1677) y Friedrich Nietzsche (1844-1900). En su obra Yuval Noah Harari vaticina que si bien el ser humano no alcanzará la inmortalidad (los accidentes serán inevitables) si que en un futuro no muy lejano, gracias a los avances de la medicina y en el ámbito de la inteligencia artificial,  puede conseguir la amortalidad. Pero para ello deberá mutar a la transhumanidad, es decir a la fusión del hombre con la máquina.

¿Se puede vivir sin religión?

Esta semana he leído, en este sentido un pequeño gran libro de de la Dra. Silvina Catuara Solarz: Cyborgs: la fusión de mente y máquina, dentro de la colección Neurociencia & Psicología que como es sabido viene reeditando La Vanguardia desde el curso pasado, y he constatado una vez más como el ser humano desde la primera piedra que convirtió en herramienta hasta el más moderno de los gadgets actuales no se conforma con su «yo» básico, sino que anhela aumentar ad infinitum sus posibilidades.
Antaño se combatió la miopía empleando gafas y más modernamente la pérdida de oído con audífonos. Hemos mejorado nuestra memoria (el registro de datos) al principio inventado la escritura y después empleando ordenadores cada vez con mayor capacidad ram. Hemos aumentado nuestra capacidad de «hacer números» desde el antiguo ábaco hasta la más sofisticada de las calculadoras  y los programas excel. Hemos ido incrementando la facilidad de comunicación partiendo de señales de humo y llegado al teléfono móvil, pasando por las románticas palomas mensajeras o el invento del telégrafo. «Los actos  más nimios de nuestra cotidianeidad están relacionados  con la tecnología -afirma la Dra. Cataura-, y los dispositivos que usamos ya están integrados en la rutina de nuestra vida diaria.». Y, a continuación se formula una pregunta retórica (a la que posteriormente el libro pretende dar cumplida respuesta): «¿Cuáles serán las tecnologías que más influirán en nuestras vidas en un futuro próximo, sin las que será difícil imaginar nuestra existencia?»

Gente de posibles

«Una buena regla empírica es: «La biología lo permite, la cultura lo prohíbe». La biología tolera un espectro muy amplio de posibilidades. Sin embargo, la cultura obliga a la gente a realizar algunas posibilidades al tiempo que prohíbe otras».

Yuval Noah Harari

Y para aumentar nuestras posibilidades en esta aspiración de convertirnos en seres amortales y sabios nos encontramos con dos grandes líneas de investigación neurocientífica complementarias. A la primera la podríamos denominar crecimiento personal se basa en el conocimiento de la mente para aumentar sus capacidades mediante diferentes entrenamientos, desde la ya clásica Programación Neuro-Lingüística hasta la novedosa Programación Neuro-Caligráfica. La otra se fundamenta en las neurotecnologías.

«Hemos desarrollado dispositivos e interfaces cerebro-ordenador, invasivas y no invasivas -constata Silvina Catuara  Solarz-, capaces de restaurar funciones en personas afectadas por lesiones cerebrales o enfermedades neurodegenerativas . Más reciententemente  han surgido diversas tecnologías que interactúan con el cuerpo y la mente de personas sanas,  con un gran impacto en tosdos los aspectos de la vida.

Y la autora de Cyborgs concluye: «El siguiente paso natural es aplicar esta neurotecnología para ampliar nuestras capacidades físicas y mentales (…) Estas neurotecnologías llegarán a ser accesibles para todos, y sin duda conllevarán efectos sociales a distintos niveles y en distintas esferas de la vida, como la educación, el ocio, el trabajo (el mercado laboral cambiará y también las herramientas de trabajo). Tendremos que enfrentarnos a problemas sin precedentes.»

 

 

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