QUE VIVA
SAN JUAN BAUTISTA
¡Oh Oh ola de la mar que bonita ola para
navegar, si San Juan supiera cuál era su Día, el cielo y la tierra se le
juntarían!..., con esta estrofa comienzan los Moranos (cánticos que se les
hacen al santo) parte fundamental en la ejecución de la Sarandunga
actividad celebrada en la provincia
Peravia (Baní) cada 24 de junio dedicada
a San Juan Bautista. Esta celebración se
realiza en todo el mundo cristiano.
En la Sarandunga
encontramos además de los Moranos tres bailes que son: la Bomba, conocida como
baile de los jóvenes; la Jacana, baile de los viejos y la Capitana,
para ambas etapas, dependiendo de la rapidez con que se toque.
La Sarandunga banileja es una tradición que
se conserva gracias a la cofradía de San Juan Bautista la cual fue legalizada
en el siglo XVI, apropósito de negros que se abrazaron al catolicismo. Este es el único santo al cual se le celebra
la fiesta el mismo día de su nacimiento.
San Juan nació seis meses antes de Jesucristo.
En la música y el canto de este complejo mágico religioso encontramos
antecedentes puros de origen africano como son la polirítmia y el canto de
solista y coro.
Los instrumentos utilizados
en el complejo son tres tamboritas de parche tragado que se tocan con las
manos, con las que al amanecer del 23 al 24 de junio todos los cofrados (Asociación
reconocida por la Iglesia católica que algunas personas religiosas forman con
fines piadosos.) van cantando Moranos en procesión hacia el rio en donde
de manera simbólica bañan a San Juan.
Éste bautiza el agua y es cambiado de ropa de
manera simbólica cuando uno de los cofrados introduce el asta de la bandera
roja que representa a San Juan en el rio, escurriendo el agua en las manos y posteriormente
pasándolas por los nudillos del santo.
Cabe destacar que los
bailes que componen la Sarandunga se caracterizan por ser con parejas no fijas
y sueltas, en donde además se utiliza el corte de parejas. Lo máximo para
bailar son tres piezas si es que se tiene que cumplir alguna promesa.
En el caso de la Jacana (uno de los
componentes del complejo), este es el único de los bailes dominicanos en que la
mujer orienta la pieza, es por esto que siempre va mirando hacia el piso.
Todas las actividades de la Sarandunga
terminan cuando un bailador o un músico grita: ¡que viva San Juan Bautista!
En estas actividades se confunden lo divino y lo pagano,
tradicionalmente la gente llega muda al rio y entra de espaldas. En ocasiones
se cortan el pelo, pues existe la creencia de que crece con mayor rapidez.
¡Que viva San Juan Bautista!
Kenia Altagracia García Mena
Maestría Profesionalizante en Pedagogía de la
Educación Física
Maestra de Danzas Folclóricas UASD
Directora del Ballet Folklórico José Castillo (UASD)
García, K (2009)
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