Muchos creen que el origen del folklore tiene lugar y fecha: Londres, 22 de agosto de 1846, cuando por primera vez el anticuario y publicista Williams John Thoms utilizó los vocablos folk-lore, en la revista The Atheneum, con el seudónimo Ambrose Merton. La fundación de la Folk-lore Society en 1878 solo consagra el término.
El nuevo vocablo unificado tenía dos sentidos: por un lado producción (lore) y por el otro productor (folk). La época de la Revolución Industrial se proyectaba en el campo científico-cultural rápidamente. El Romanticismo se enfrentaba a la Ilustración. El hombre culto se preocupaba por rescatar las “reliquias” de una cultura ancestral que se “perdía” ante el avance arrollador de los cambios estructurales de una sociedad pre-industrial agraria a una sociedad industrial urbana en Inglaterra entre 1750 y 1870. (Prat Ferrer).
Vamos a tratar de mostrar en este espacio que las acepciones que incluyó Thoms en el nuevo vocablo: la cultura del hombre común, el saber empírico de la gente, las tradiciones orales y las antigüedades populares, no eran temáticas nuevas, hundían sus raíces llegando hasta los albores de la humanidad.
Antes de la aparición de la escritura, la gente de distintos lugares se contaba cosas, que a su vez serían contadas a otras, estableciendo una relación comunicativa y de “entrega”, definida en la antigüedad con el término del latín
Precursores de la Folclorística en Argentina (*)
El origen del folklore en Argentina es un tema controversial al igual que el de la folclorística, esto debido a la singular conformación de nuestro folk o espíritu nacional. Algunos estudiosos del tema, en su mayoría positivistas del siglo XIX y XX, no ubicaron dentro de lo folclórico el estudio de las culturas ancestrales de nuestro territorio antes de la llegada de los conquistadores europeos. El estudio de esas culturas correspondía, en el mejor de los casos, al campo de la Etnografía, Antropología o Etnología, no de la Folclorística. Estas visiones son coincidentes con los paradigmas de una época. En lo personal, adhiero a una mirada más integral de aquellos orígenes, que podrán leer en próximas columnas.